jueves, mayo 19

Explosión controlada

    Navajas. Navajas que destrozan mi alma mientras mi piel sigue intacta.
    
    Odio. Odio mi cuerpo por resistir tantos golpes mientras el interior,
con un soplo, se desmorona. 
    
    Bajo la piel y los huesos solo hay 21 gramos de ceniza que avivo, con agua y sal, para que no mueras.
  
    Afuera no importa. Las entrañas se rajan y el exterior ni se inmuta.