miércoles, junio 1

Despertar


    Ni el presente, ni la luz cetrina, ni el espejo roto en noventa cristales, ni las noches, ni la voz, ni el sonido violento de los muebles al caer, ni el pasado, ni los días, ni el latido en el pecho, ni el dolor, ni la risa, ni la respiración, ni la melodía trémula, ni el futuro; me despiertan.