martes, febrero 22

Escritos: 5/1/2011

  Mi infancia, mi familia, mis recuerdos son esas cicatrices que duelen los domigos por la mañana, después de suspender un examen; duelen por no saber/poder dar lo que esperan de mí. Aún así, doy gracias por tenerlas. Me hacen saber que aún vivo, y puedo.

  
No dejes que nunca curen las tuyas.