sábado, enero 1

Escritos (I) 6-12-2009. 21:04 PM

Y me aferro a sus caden[r]as, incandescentes, que al rozar me queman. Caden[r]as que desconozco. De ida y vuelta. Que desconocen de mí. Entre ellas y mi imaginación somos capaces de rajar hasta la niebla más densa, formada por el humo que sangran mis labios.

Un cenicero como único reloj...








"Ten cuidado con lo que dices. Está llena de cicatrices. Es el verbo en carne viva. Es la mujer elegida. No la busques, déjala"