La carcajada ebria resuena en mi cabeza como tus últimas palabras.
El resto en blanco porque no existe. Ayer dejó de ser. Yo soy ayer,
y cada noche abro un hueco en mi cuerpo para contar cada uno de
mis órganos, y ver si no falta nada. Y no se oye nada. Ese sonido...
El metrónomo vital.
mis órganos, y ver si no falta nada. Y no se oye nada. Ese sonido...
El metrónomo vital.