-Miro al espejo y veo futuro.
-Miro al espejo y no quiero pensar en el pasado.
Y todo eso no es por mi reflejo en él, sino por lo que sus márgenes me cuentan cada día: Familia, París, momentos, risas, navidad, desayunos, Kinder, direcciones, post-it, Sevilla y Lilith. Lo primero que me encuentro al despertarme y lo último en que pienso al cerrar los ojos.
Mi espejo me dice: "Sigue. Sigue por ellos. Lo merecen. Aguanta. Vive y mejora. Aún queda espacio en mí que rellenar".